lunes, 28 de septiembre de 2009

13.


Y cada noche sigo pidiendo clemencia.
Cada noche me arrodillo en la cama, y trato de no cortar mi lengua a mordiscos. Trato de no llorar. Trato de no dejar mis uñas clavadas en las palmas de mis manos.
Pero es imposible. Te amo.
Le pido a alguien, a nadie, que me ayude. Que no me deje, que por mas terca que sea, mas arrogante que pueda resultar, que o me abandone, porque las fachadas son fachadas, solo eso. Frente al verdadero huracan, volaran cual hoja de papel.
Y cada noche sigo pidiendo clemencia.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Wonderwall

I said maybe you're gonna be the one that saves me.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Blue... and you.

La puerta, la maldita puerta que parecía querer ser derribada por un par de puños rudos, maleducados.

Se tapó la cabeza con la almohada, sin importarle que estuviera boca abajo, que su rostro estaba de lleno hundido en las mantas sobre las cuales se había acostado tras no poder sobrellevar su flojera. Trató de conciliar el sueño, seguir donde lo había dejado, cuando lo había visto a los ojos y le había dado un hosco ‘Muévete Allman’, recuerdos… De esos que se quedan en la memoria por siempre, por que de eso dependen. Recordó el momento en que lo había conocido, por que y lo que había sucedido después… Lo que no había sucedido.

Se dio la vuelta al sentir que el aire le faltaba y se acomodó sobre su espalda, buscando calmar su respiración, corriendo por la falta de oxigeno.
Un relámpago lo hizo abrir los ojos y el sonido cayó después, irritando sus tímpanos. Se sentó en la cama, notando que el cristal se su ventana se cimbraba estruendosamente, el agua entraba silenciosa por el espacio que siempre dejaba abierto en las noches. Se levantó adormilado aun, maldiciendo en susurros y llegó hasta la ventana, las cortinas abiertas estaban mojadas.

-Perfecto…- dijo abriéndolas más para ver a la calle, oscura excepto por las farolas en los postes que apenas se contenían a la lluvia.

Observó algunos árboles altos moviéndose y escuchó el sonido del viento que le heló hasta los huesos. Cruzó los brazos dándole algo de calor a su cuerpo y observó como el agua corría en la calle, algún desagüe estaría atascado.

Suspiró suavemente sabiendo que tendría que ir a meter a su perro a la casa.
Sus padres y su hermana habían salido a una playa cercana por el fin de semana por lo que el se hacia cargo de la casa.
Vio la figura de alguien que deambulaba en la calle de enfrente. No le prestó atención y cerró la ventana y las cortinas.

Se puso sus tenis después de buscarlos durante varios minutos y se puso una camiseta, pues estaba semidesnudo y no quería enfermarse, su salud era muy débil.

Salió de su cuarto y recorrió el familiar camino hasta la cocina. El agua se había metido y le rebasaba los talones. Gruñó molesto y abrió la puerta que daba al patio. Vio con horror como se inundaba mas su casa, el agua corría en todas direcciones mojándole los pies.

-Ay no!- gritó aun mas enojado pero decidió dejarlo así y salir a buscar a James. –James!- gritó la lluvia y el viento se le pegaban el la ropa, no podía escuchar su propia voz. –JAMES! HIJO DE PUTA!- gritó desgarrándose la garganta. El jardín estaba demasiado oscuro y normalmente el perrito lo veía y corría hacia el. –Coño!- vio la reja de metal abierta.

Se metió a la casa de nuevo, buscando una lámpara y una chamarra en un armario cuando tocaron a la puerta más fuerte de lo que habían tocado en sus sueños.

-¿Quién?- preguntó algo inseguro ¿Quién podría estar ahí a esa hora? ¿Con esa lluvia…?
-Yo, Bert!- escuchó la voz animada tras la puerta.

Quinn abrió, topándose con su mejor amigo, empapado, en sus jeans y su hoodie negra, tiritando de frío pero con una gran sonrisa.

-¿Qué haces aquí? -
-Se dieron cuenta de que estaba drogado… Me mandaron al carajo… Después de que yo lo hice, claro- dijo sin bajar la mirada ni parpadear siquiera.
-¿Tomaste algo?- preguntó el, sabiendo cual seria la respuesta.
-Cristal… Estuve solo en la tarde y…-
-Te inyectaste hasta que llegaron tus hermanos?-
-Si…-
-Pásate- lo haló y cerró la puerta.

Entraron a la casa.

-Te quedaste sin luz-
-Eso ya lo se- dijo dándole la espalda y buscando una linterna. -¿No has visto a mi gato? - Le preguntó, encharcando todo el piso de la cocina. Su pantalon de pijama se empapó en las puntas, enfriandole los pies. Sacudió una de sus piernas.
-¿Qué haces?- preguntó Bert con curiosidad.
-Nada Eddie-
-Cállate… Cody- se acercó y metió la cabeza al compartimiento, buscando lo que fuera que Quinn buscara. -¿Qué haces?-
-Busco una puta linterna por que a mi perro se le ocurrió escaparse- dijo con un dejo de hostilidad. –Tú te quedaras aquí y te darás una ducha-

Bert se separó.

-¿Para que ocupas una linterna?- preguntó con una mirada inocente digna de un niño.
-Por que…- se incorporó con una linterna amarilla en la mano -… No se donde este, esta lloviendo y esta…- volteó a verlo pero no lo encontró. -¿Bert?- miró a todas partes –Bert!- caminó –Bert ¿Estas en el cuarto?!- miró a todas partes de nuevo –Ni se te ocurra querer asustarme…!-

La verdad era que temía que se hubiese ido, no lo quería vagando solo y drogado en las calles… Y no quería estar solo el, especialmente esa noche.

Tocaban a la puerta laminada de la cocina. Con alivio vio la figura esquelética de su amigo al otro lado y haciendo olas con sus pies se acercó hasta allá y le abrió.

-¿Don..? JAMES!- le quitó al cachorro labrador de las manos y lo abrazó con fuerza. -¿Dónde lo encontraste?- le preguntó al cerrar la puerta. Bert se dejó caer en una silla -¿Qué tienes?-
-No se…- dijo comenzando a temblar mas –Creo que no me siento bien- dejo caer la cabeza en la mesa.

Quinn se apresuró a tocarle el cuello.

-Estas ardiendo estupido ¿No te dije que no te salieras?!-
-Te esta hablando James- dijo Bert ahogadamente sin incorporarse.
-Cállate!- Quinn le pegó en la nuca y Bert se levantó de inmediato.
-¿Pero por que?- le preguntó con ojos llorosos, agarrándose la parte golpeada.
-Por que no me haces caso!- dijo apretando al perro contra su pecho –Vamos arriba!- exigió y dejó la cocina. Bert lo siguió.
-¿No vas a recoger?- preguntó siguiéndolo y mirando como el agua iba subiendo de nivel.
-No!-
-Eso de ser ‘el hombre de la casa’ te hace daño…-
- Estabas dormido - dijo con sorna.
- Eso hago a las 3 de la mañana - respondió, en el mismo tono. Sonrió de nuevo e hizo su camino a las escaleras. ¿No vienes? -
- Pensé que tenía prohibido acercarme a ti cuando estuviera drogado - dijo.
- Puedo dejarlo pasar. Tienes que ducharte o morirás.

Él sonrió.

- ¿Trajiste tus cosas? -
- ¿No te dije que no me abrieron? -
- No me refería a tus cosas, sino a tus cosas - aclaró, mirando hacia las tan conocidas marcas en sus brazos.
- Se acabaron. Lo juro. -
- Anda a ducharte tonto -

Lo siguió hasta su cuarto.

-Quédate quieto… - le dijo Quinn al cachorro –Esta nervioso… ¿Me pasas una toalla?- le pidió mas tranquilo sujetando al perro que se retorcía en sus brazos.

Bert fue al cajón donde Quinn guardaba sus toallas y sacó una.

-Hey…- dijo acercándose al perrito, que lloraba desconsolado.
-Siempre se pone así cuando llueve-
-Pues si, debe sentirse solo allá afuera…- dijo Bert comenzando a secarle las orejas mientras Quinn lo sostenía.
-Pero ya esta adentro! ¿Por qué es tan dramático?- dijo comenzando a ponerse nervioso el también.
-Es igual que tu, Quinn ¿De que te quejas?- dijo Bert tranquilo.

Quinn lo miró con enojo.

-No me veas así, yo solo digo la verdad- le dijo con una sonrisa tierna. Quinn no pudo evitar devolvérsela. –Ahora dámelo, para secarlo bien-

Se lo pasó y el perrito se calmó casi instantáneamente. Se sentaron en la cama, sin decir nada, tan solo con el ruido de los truenos y la lluvia, el viento y la oscuridad.

Bert estaba dedicado a secar al cachorro mientras que Quinn se arremolinaba en el mismo sitio, nervioso… Sus razones desconocidas, escondidas, pero no podía evitar sentirse así.

Era el efecto normal de Bert… Esa paz que compartía y exudaba no dejaba de intimidarlo y volverlo loco. Se llenaba de pánico, de pesadumbre, y de tonterías en la cabeza.

-Listo- dijo con una sonrisa y lo acarició mientras el cachorro se acomodaba entre los dos.
-Perfecto, ahora dormirá en mi cama- dijo Quinn sin levantar la voz.
-¿Quieres callarte?- le dijo Bert embelesado viendo al animal. Quinn se mordió los labios. -¿Ves? Así ya se quedó dormido-
-Cada vez estas mas dañado ‘McCracken’- dijo levantándose de la cama.

Bert lo miró sonriente.

-Admite que de no ser por mí estarías cagado de miedo… O perdido afuera, arrastrado por la corriente-
-Gracias a Dios que llegaste Bert!- gritó Quinn y lo abrazó, apretándolo demasiado y levantándolo del piso.
-Quinn!-

Lo soltó y le dirigió una mirada mordaz.

-Si quieres me puedo ir…- repuso Bert igual de serio.

Quinn le dio la espalda murmurando cosas que en realidad no pensaba y sacó una toalla del cajón que Bert había dejado abierto. Se volvió para verlo al lado de la puerta, mirándola insistentemente.

-Te vas a resfriar y ya tienes fiebre, idiota- le dijo Quinn yendo hacia el y al tenerlo cerca de estampó la toalla al pecho. –¿Crees que amaneceras bien estando enfermo? Dúchate-

Bert curvó sus labios paulatinamente en una sonrisa sincera, tomando las manos del rubio entre las suyas. Pestañeó varias veces mientras dejaba las manos de Quinn y pareció volver a la realidad.

-Mejor me baño, tengo fiebre de verdad- dijo.

Quinn sonrió con un profundo sonrojo en las mejillas.

-Si- le dijo y lo dejó pasar al baño.


Quinn se dejó caer en la silla de su escritorio, con semblante serio, molesto tal vez…
Observó la puerta por la que Bert se había ido, y analizó la posibilidad de irse y dejarlo ahí. Frustrado volvió la mirada a su cama donde James dormía cómodo.

Suspiró. Un suspiro lamentándose. Lo escuchó abrir varios cajones.

-Cierras esos cajones!-
-Si cariño!- contestó Bert gritando, causando que el sonriera en silencio y para el mismo. -No tardes!-

Hundio su cara en sus manos, frotando sus cansados ojo suavemente. No figuró cuanto tiempo había pasado, ni siquiera escucho el grifo cerrandose.

-Ya- Bert había salido ya, con una toalla azul atada a la cintura, su media melena negra estaba goteando en el piso.
-Ay Bert- dijo Quinn riéndose.
-¿Qué?-

Quinn sacó otra toalla y se la puso en los hombros.

-Busca ropa, yo ahora salgo- le dijo y se metió al cuarto de baño.

-Cariño, creo que tu cachorro quiere conmigo! - grito Bert, haciendo que Quinn soltara una carcajada.
Quinn conservó esa sonrisa hasta que abandonó el cuarto. Salió y vio a Bert sentado en la cama, con la espalda en la pared. Le sonrió suavemente y Bert hizo igual.

-Me gusta el cabello- dijo Quinn sincerándose mientras sacaba algo de ropa del closet.

Bert se había teñido el cabello unos días antes, para el gusto de Quinn que se lo había decolorado casi el mismo día.

-Lo se, capullo- le dijo Bert riéndose suavemente.

Quinn se quitó la toalla y la puso sobre el escritorio, comenzó a vestirse, vigilando de reojo a Bert, que dormitaba sobre su cama. Terminó y se dirigió a la cama, el pelinegro tenia al cachorro en su estomago.

- ¿Quién te dio permiso de ponerte mis calcetines favoritos? - preguntó, fingiendo seriedad.
- Tú tienes puestos los amarillos, asi que no puedes quejarte. -
- Ajá, ¿y si me diera frío y quisiera ponermelos en las manos? -
- Sobrepasarías tu límite de idiotez -
Quinn se rió histéricamente y se dejó caer en la cama.
-Eres un pendejo!- dijo, rojo hasta las orejas y con lagrimas en las mejillas. Bert se inclino para besarlo, ante la sorpresa del rubio. El contacto, suave, delicado, le hizo olvidar que él estaba drogado hasta que se separaron. Bert se rió igual hasta que comenzó a toser. Quinn se incorporó mirándolo preocupado y sin saber que hacer. James se despertó y se fue hasta sus pies de nuevo.

-Bert!-

Estaba poniéndose morado.

-Puta madre!- gritó Quinn histérico mientras Bert intentaba decirle que se calmara. –Bert! Vamos al hospital!-

Bert se quedó callado un momento, esperando pasar bien el aire a sus pulmones y en cuanto lo logró estallo en una carcajada.

-No te rías!-
-Parecías una niña Quinn, en serio!-
-Cállate!-
-Necesitas relajarte mas, hombre-
-Y tú tomar las cosas más en serio-
-Pues hasta ahorita no me ha hecho falta…-

Se recostó completamente, cerró los ojos de inmediato sintiéndose mareado y con un gran dolor en la parte izquierda de la cabeza.
Quinn lo miró, esperando verlo levantarse o abrir los ojos buscándolo pero no lo hizo.
Se recostó también y lo miró un largo rato.

Bert tosió un poco y comenzó a temblar quedamente, Quinn tocó su frente. Estaba muy caliente.

-Mierda…- susurró.
-¿Quinn?- dijo Bert en un quejido, sin abrir los ojos.
-Aquí estoy-
-Tengo frío- suavemente, se quejaba.

Quinn se levantó y buscó una manta. Al encontrarla volvió a la cama y lo cubrió hasta la cintura.

-¿Ya?- se recostó de nuevo.
-No… Abrázame-
-¿Eh?!-
-Estoy jugando, idiota-
-Ah…-


Quinn nunca sabría cuan en serio lo había pedido.

jueves, 24 de septiembre de 2009

24

No puedo evitar mirar el reloj y que duela. Duele por el vacío que dejaste, lo que te llevaste a la fuerza.

Tener un apoyo es bueno, pero eventualmente se va. Y cuando se va el cuerpo se tambalea, buscando esa costumbre, se estremece recordando, se enfría. Y duele. Duele como si hubiese recibido la peor de las golpizas, el peor de los castigos. Y en cierta parte es un castigo. Porque el cuerpo se lo merece.

Segundos arrastran mi respiración con ellos. No les discuto, seria inútil. No lo acepto tampoco. Solo lo lamento, solo lo veo desde afuera, inevitable. Solo observo detenidamente como, con el paso de los días, el pulso de un corazón desaparece lentamente, como si sintiese que en algún lado, otro se esfuma lentamente, y lo acompaña en la dolencia.

Imposible detener el tiempo. No quisiera hacerlo tampoco. Creo que posiblemente porque si lo hiciera, solo te congelarías a mi lado.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Horizontes y torniquetes

Ahora nunca lo sabrás, pero me hubiera gustado que vieras lo que yo veía. Te lo perdiste porque a quien mirabas era a mi.

Naufragio.



Let's sleep 'til the sun burns out.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Whatsername.


I remember the face but I can't recall the name. Now I wonder how whatsername has been.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

UUUUUUUUUUN AÑOOOOOOOOOOOO
UN AÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
UN AÑOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
<3

martes, 15 de septiembre de 2009

Marzo.


Old times always seem to be better ones.

La verdad es que aunque miremos paraatras, y digamos "Vaya que antes era felíz, ¿qué me pasó?", mas adelante, miraremos de nuevo, y nos veremos ahora. Y con seguridad diremos "¿Qué me pasó?".

lunes, 14 de septiembre de 2009

I can't take my eyes of you.


Until I found somebody.

Onaji.


Otra noche sentada frente al computador, una melodía, un recuerdo, y dos fotografías, para mantener presente que nuestro tiempo ya pasó.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Sobredramáticos.

Use your smile as a noun and I'll think like a verb.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Me gustaría...

Me gustaría.

Me gustaría encontrar a alguien como tú, ¿sabes? Alguien igual de justo, amable, cariñoso, respetuoso. Alguien con la misma forma de pensar que tú. Alguien que tenga las capacidades y las debilidades que tienes tú.

Pero no te quiero a ti. No me gustaría tenerte a ti. El tiempo, las circunstancias y nosotros mismos nos han vetado alguna posibilidad. Y se que tú no querrías.

Por eso me gustaría encontrar a alguien como tú. Alguien con esa misma sonrisa. Con esos ojos que con tanto amor me mirarían, con tanto esfuerzo me cuidarían. Alguien con esa forma de escribir, con tu mente, tus problemas, tu dolor.

Solo quiero que ese alguien parecido a ti me ame. Quisiera que ese alguien me abrazara y me prometiera que todo va a estar bien. Que ese alguien limpie las lágrimas que resbalasen por mi mejilla, y que ese alguien calmase mis labios temblorosos con un beso.

Quisiera que ese alguien me dedicase canciones, poemas, palabras sinceras. Que ese alguien se sentara horas sin fin a verme tocar en el piano, canciones que secretamente le dedicaría. Quisiera que ese alguien me corrigiera los errores, me abrazara cuando tuviera miedo, me calmara al estar alterada. Quisiera que ese alguien fuese la luz en el túnel.

Pero por sobre todo, quisiera poder amar a ese alguien. Abrazarle cuando necesitase mi ayuda. Quisiera que ese alguien fuese la persona a la cual mi sonrisa le alegrara el día. Quisiera poder decirle ‘te amo’ a ese alguien. Poder reírme contra su boca, tener su mano para tomarla, sus ojos para mirarlos. Me gustaría cerrar mis ojos y que todo esto acabase. Solo cerrarlos y contener mi respiración.

Me gustaría encontrar a alguien como tú.

Me arrepiento. Eso creo.

Uh... cuantas cosas arrastra el viento a mi. Cuando mis manos entumidas buscan tu calor. Cuando esos días que pasabamos juntos, se reproducen en mi mente, esta vez en blanco y negro, muy borrosos... muy lejanos.
Es casi imposible rememorar todos y cada uno de ellos, pero tú y yo siempre sabremos cual fue el mejor de todos. Porque debí haber hecho algo, pero ya hice suficiente.

Darme cuenta de que no estas aqui, duele. Duele porque pense que no te perdería. Porque no le veía fin. Y porque por encima de todo, lo evitaba, por miedo. Miedo a esto precisamente.

No por miedo a tí.

Esos días que el cielo era mas azul. Todo brillaba. Me acuerdo que todo en ese entonces me molestaba, todo era tan perfecto, era casi irritante. Porque nunca vi una verdadera felicidad, hasta que no estuviste más aqui. Y hoy me arrepiento de haberle visto lo malo, porque para estos días grises ya no hay color. El buscarte ya no es una opcion, solo la ansiedad. Necesitar de algo que ya no esta. No hay nada peor. Porque hoy que mis manos entumidas buscan tu tacto familiar, no encuentran nada.

La primera vez que lo hciieron me di cuenta.

Aunque no la vi, estuve en ella.

Me arrepiento...

Llorando en una gran ráfaga de viento, y deseando simplemente por tu felicidad, son lo mismo. El mismo cielo comenzara una vez más mañana, aun cuando no estes aqui.

Deseandole un poco de indulgencia al Dios en el cielo, vagabundeando en un sueño. ¿Ese sueño sin fin mostrara mis ojos llenos de sus deseos?

Parada en medio del mar, haciendo un gran alboroto, y pensando en ti mas alla de mi toque es lo mismo. Lo mismo comenzara de nuevo mañana, aun si contengo mi respiración.

Llorando en una gran ráfaga de viento, y deseando simplemente por tu felicidad, son lo mismo.
Parada en medio del mar haciendo un gran alboroto, y pensando en ti mas alla de mi toque, es lo mismo. El mismo cielo comenzara de nuevo mañana, aun si contengo la respiración.

Closer.

"I don't love you anymore"
"Since when?"
"Now. Just now. I don't wanna lie. But I can't tell the truth. It's over."
"Doesn't matter. I love you. Nobody matters."
"Too late. I don't love you anymore. Goodbye. Here's the truth. So now you can hate me. I preferred you. Now go."
"I knew that."
"You knew?"
"I needed to hear it from you."
"Why?"
"I had to hear it from you."
"I'd never told you because I knew you'd never forgive me."
"I would. I have. "
"Why did you test me?"
"Because I'm an idiot."
"Yes. I would have loved you... forever. Now please go."
"Don't do this. Talk to me."
"I'm talking. Fuck off."
"No, I'm sorry, you misunderstand. I didn't meant to-"
"Yes you did."
"I love you."
"Where?"
"What?"
"Show me. Where is this love? I... I can't see it, I can't touch it. I can't feel it... I can hear it, I can... hear some words but I can't do anything with your easy words. Whatever you say, it's too late."
"Please don't do this!"
"It's done. now, please go or... I'll call security."
"You're not in a strip club, there is no security."
"Fuck you."
"Why!?"
"You weren't there!"
"You're a liar."
"So?"
"Who are you!?"
"I'm no one! Go on, hit me. That's what you want, hit me fucker!"

I can't take my eyes off you.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El cambio será más sutil. Será más calmado. Menos drástico. Lo drástico jamás es bueno.
Pensaré. Y cuando me vaya, no me iré, supongo. Por no pensar antes, tuve que desviarme del camino.

Pero, ¿al final qué tiene de malo? Nunca está de más improvisar.


There goes my hero. Watch him as he goes:)

1, 2, 3

De nuevo un estado de desprendimiento total, cada vez que se acerca esa fecha. Supongo que algún día lo superaré, dejé de sentir hace un rato, pero supongo que es reacción natural.

En fin, creo que pasare estos días haciendo nada en absoluto, porque ganas no tengo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

SBSC


Me pones especialmente estúpida :)

domingo, 6 de septiembre de 2009

I got to breathe.


You can step aside me when the world comes down.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Waddayasay!?

Hablemos de que mi celular se quedó en una escalera por 45 minutos, en un centro comercial, y al regresar aún estaba ahi. Si, puedo decir que soy afortunada.

Hoy precencié la decadencia humana. Un señor de edad avanzada fue asaltado por un muchachito, no mayor de 20 años. Un poco triste.

Salí con Ana, y entre wazaah, chip-a-cookie, y unos 13 videos de locura, fue un buen día.

Creo que tengo que reconsiderar el estar más atenta a las cosas, pase todo el día pensando que algo se me olvidaba, y hasta este punto no sé que es.

Love you.

viernes, 4 de septiembre de 2009

I'll leave

when the wind blows.